- Definición de adicción
- La adicción es una enfermedad; la tolerancia y la dependencia no lo son
- Señales de que la tolerancia o la dependencia han pasado a ser adicción
- Mitos sobre la adicción
Las palabras “adicción”, “tolerancia” y “dependencia física” suelen usarse indistintamente cuando se habla de consumo de drogas o alcohol, pero no significan lo mismo. Las palabras que usamos pueden afectar la forma en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos y la forma en que recibimos ayuda de los proveedores de atención médica. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre adicción, tolerancia y dependencia física?
Definición de adicción
La adicción es una enfermedad cerebral a largo plazo. Cuando la adicción está relacionada con las drogas o el alcohol, la afección también se denomina trastorno por consumo de sustancias. La adicción no tiene cura, pero se puede controlar con tratamiento. En este caso, “drogas” significa cualquier sustancia que afecte al cuerpo. Puede incluir medicamentos recetados, productos de venta libre, drogas callejeras, alcohol e incluso nicotina.
El Centro Nacional de Estadísticas sobre Abuso de Drogas afirma que más de 20 millones de personas mayores de 12 años en Estados Unidos padecen trastornos por consumo de sustancias. La mayoría de los casos están relacionados con la marihuana y los analgésicos recetados. La adicción se considera “muy tratable”, pero pueden necesitarse varios intentos para que la terapia sea totalmente eficaz. Y la enfermedad tiene una tasa de recaídas del 40 al 60 por ciento.
Las personas adictas a una sustancia la consumen incluso si no les aporta ningún beneficio médico. Consumen la sustancia sin importar las consecuencias y las razones. Las adicciones tienen más probabilidades de provocar daños graves, incluido el suicidio, a diferencia de la tolerancia y la dependencia física.
Muchas drogas pueden causar adicción, pero las drogas adictivas más utilizadas incluyen:
- Marihuana (cannabis)
- Opiáceos recetados y de venta libre, como el fentanilo y la heroína
- Estimulantes como el metilfenidato (Concerta, Ritalin)
- Sedantes o tranquilizantes llamados depresores del sistema nervioso central (SNC), como alprazolam (Xanax), fenobarbital y zolpidem (Ambien)
- Dextrometorfano, presente en supresores de la tos de venta libre
La adicción es una enfermedad; la tolerancia y la dependencia no lo son
Tolerancia
Si desarrollas tolerancia a una sustancia, esta se vuelve menos efectiva para ti. Por ejemplo, si tomas un sedante para dormir, puede que te funcione muy bien en la primera dosis, pero con el tiempo puedes desarrollar tolerancia, es decir, necesitas una dosis más alta para obtener los mismos resultados. Lo mismo ocurre con el alcohol. Cuando empiezas a beber alcohol, es posible que solo hayas necesitado unos cuantos tragos para sentirte borracho, pero con el tiempo es posible que necesites más tragos, con mayor frecuencia, para obtener el mismo efecto.
No es inusual desarrollar tolerancia a una droga, especialmente si se la toma durante mucho tiempo. La tolerancia puede provocar adicción en algunas personas, pero no es lo mismo que la adicción. Ser tolerante a una droga no significa necesariamente que te volverás adicto, pero podría ser una señal de advertencia para que tengas cuidado.
Hable con su médico si desarrolla una tolerancia a su medicamento o a cualquier otra sustancia. Si está tomando un medicamento recetado, su médico puede cambiar la clase del medicamento, lo que puede afectar su cuerpo de una manera diferente. Si no es un medicamento recetado, su médico puede ayudarlo a reducir el uso de la sustancia con los menores efectos secundarios.
Dependencia física
La dependencia física de una droga también es diferente de la adicción, pero la dependencia física puede conducir a la adicción.
A diferencia de la tolerancia, que se centra en la cantidad de sustancia que se necesita para sentir su efecto, la dependencia física se produce cuando el cuerpo empieza a depender de la droga. Si dejaras de consumirla de repente, probablemente experimentarías algunos síntomas muy fuertes.
La cafeína es un ejemplo de una sustancia común que causa dependencia física. Si no puedes funcionar correctamente por la mañana sin tu taza de café, podría ser que seas dependiente de la cafeína. Cuando te saltas tu taza de café de la mañana, puedes desarrollar síntomas físicos de abstinencia, como dolor de cabeza, fatiga, dificultad para concentrarte y más.
Otras sustancias comunes que causan dependencia son la nicotina y los analgésicos, en particular los narcóticos. Dejar de consumirlos de repente probablemente provocará síntomas, que pueden ser graves. Por lo tanto, a menos que sea urgente, reducir gradualmente la cantidad y la frecuencia de uso debería facilitar el proceso. Si fuera adicto a la sustancia, reducirla simplemente no funcionaría. Los síntomas y los antojos serían demasiado fuertes para combatirlos.
Hable con su médico si ha desarrollado una dependencia física a un medicamento u otra sustancia. Juntos pueden planificar cómo reducir su dependencia.
Señales de que la tolerancia o la dependencia han pasado a ser adicción
El paso de la tolerancia o dependencia a la adicción puede no ser evidente al principio, pero hay señales claras, entre ellas:
- Tomas medicamentos recetados, como analgésicos o ansiolíticos, cuando ya no los necesitas.
- Se necesitan dosis más altas con mayor frecuencia para obtener los mismos efectos.
- Piensa en tomar los medicamentos constantemente y asegúrate de saber dónde puedes conseguir más y cómo conseguir más.
- Ocultas el hecho de que estás tomando la droga o su efecto sobre ti.
- Mientes y robas para poder conseguir la droga.
- Corres riesgos peligrosos, como conducir bajo la influencia del alcohol.
- No se puede saltar una dosis sin sufrir síntomas de abstinencia graves.
- Pierdes interés en cosas que solías disfrutar.
- Tiene problemas para ir y permanecer en el trabajo o la escuela.
Cualquiera puede tener una adicción, pero algunas personas corren un mayor riesgo. Los factores de riesgo más comunes para la adicción incluyen:
- Genética . La adicción puede ser hereditaria, en particular si es un hermano o un padre quien la padece.
- Depresión, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastorno postraumático (TEPT). Estos y otros problemas de salud mental pueden hacer que una persona consuma sustancias para lidiar con su afección.
- Consumo precoz . Las personas que empiezan a consumir drogas cuando son jóvenes, cuando su cerebro aún se está formando, pueden volverse adictas con mayor facilidad.
- Consumo de drogas que son altamente adictivas . Drogas como la cocaína, los opioides y los estimulantes pueden causar adicción más rápidamente.
- Presión de grupo . A medida que los jóvenes intentan encajar en grupos sociales, pueden sentirse presionados a probar drogas adictivas.
- Entorno familiar difícil . Los niños que no reciben supervisión pueden acabar consumiendo drogas para encajar con sus compañeros o para afrontar sentimientos negativos.
Mitos sobre la adicción
La gente solía creer que la adicción sólo se daba en ciertas zonas, como en los centros urbanos, o entre grupos específicos de personas, como los que estaban en la miseria. Pero las adicciones pueden darse en cualquier lugar, desde los campus universitarios hasta las ciudades rurales y suburbanas. Y cualquiera puede volverse adicto, desde personas sin hogar hasta ejecutivos de empresas. Las adicciones pueden comenzar lentamente, a medida que las personas experimentan con diferentes tipos de drogas. O pueden aparecer rápidamente, como lo que está sucediendo ahora con la crisis de los opioides. La crisis de los opioides es tan grave que el gobierno de Estados Unidos declaró una emergencia de salud pública.
También existen mitos sobre cuándo se debe buscar ayuda. Por ejemplo, durante mucho tiempo se nos ha dicho que las personas necesitan tocar fondo antes de recibir ayuda, pero esto no es cierto. Cualquier persona con una adicción puede recibir ayuda en cualquier momento si siente que es el momento adecuado. Y hay muchas maneras de obtenerla. La rehabilitación no es la única solución.
Por último, existe el mito de que si recaes después de superar tu adicción, es que has fracasado. Al igual que con otras enfermedades, a veces necesitas múltiples tratamientos o tratamientos repetidos. Pasar por una recaída no significa que hayas fracasado. Simplemente significa que necesitas más ayuda.
Si tienes una adicción
Si cree que tiene una adicción, nunca es demasiado tarde para buscar ayuda. Es tratable. Hable con su médico o póngase en contacto con una clínica de abuso de sustancias. Trabajar con un profesional de la salud le permitirá explorar las opciones para tratar su adicción.
No existe un único método para el tratamiento de las adicciones. A algunas personas les va bien en casa, con visitas regulares al médico y grupos de apoyo. Otras necesitan quedarse en un centro de rehabilitación. Y, a veces, se necesita más de un tipo de tratamiento para tener éxito. Lo importante es no darse por vencido.
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